La leyenda del rey Condoy (O por qué no cambia la situación en México)

Hace tiempo en un programa de la SEP (que no recuerdo como se llamaba) ví una leyenda Mixe que me gustó mucho, y sí, hay un chingo de sitios web que la tienen y lo que voy a hacer aquí es básicamente volver a poner lo que ya está por muchos lados.

De ser realidad, jajajaja, explicaría por qué la situación en el país no ha cambiado.Así que aquí les va mi "adaptación" de esta leyenda.

Cuentan los Mixes que hace mucho tiempo una pareja de campesinos encontró en una cueva un par de huevos enormes.Se llevaron los huevos a su casa, y a los pocos días de estos nacieron dos seres fantásticos: uns serpiente de siete cabezas y un niño al que llamaron Condoy.

Condoy era un niño con un apetito voraz, le traían canastos llenos y se comía todo el contenido. A los 3 días de haber nacido, se volvió todo un hombre, y comenzó a viajar. Se dice que iba a lugares muy alejados con respecto a la sierra Mixe y que aun así sus viajes duraban solo un día.

Siempre que volvía, traía comida y dinero a sus padres, canastos enormes, pues Condoy tenía una fuerza sobrehumana. De esto se dice que cuando los Mixes peleaban contra sus enemigos, Condoy siempre les daba la victoria, pues lanzaba enormes piedras a manera de proyectiles; además, las flechas y balas no le hacían daño, simplemente le rebotaban.

Un día, Condoy decidió irse a conocer más lugares, por lo que agradeció a su madre todos sus cuidados, y le dejó una importante cantidad de dinero. Así, pues, comenzó su peregrinar por el estado de Oaxaca. Se dice que en lo que ahora es Mitla se puso a construir su palacio, pero que el alba lo sorprendió, dicen que se asustó con el canto de un gallo y se fue, y por eso dejó inconcluso toda su morada que sería lo que ahora conocemos como las ruinas de, precisamente, Mitla. (Esto creo que lo adaptaron de la leyenda del convento de Cuilapam, es muy parecido el desenlace).

En su camino decidió descansar un rato, así que clavó su bastón en el suelo y se quedó dormido. Al despertar, se le olvidó el bastón; este creció y se convirtió en el árbol del Tule.

Mientras en casa de los padres de Condoy, su hermana, la serpiente, decidió ir a buscarlo para ver cómo estaba; se desplazó bajo tierra, ocasionando temblores, rayos y centellas a su paso, hasta que llegó a Coatlán, donde un sacerdote la maldijo y la convirtió en piedra.

A la fecha, se dice, Condoy no ha muerto, ya que el indicador de que sigue con vida es precisamente el Árbol del Tule. El día que de manera natural se seque y muera el árbol, indicará que Condoy también ha muerto.

Se dice que sigue viviendo en el Nudo Mixteco, o Zempoaltépetl, donde la gente le sigue llevando ofrendas. Tambien en algún lugar de esa cordillera, Condoy escondió su corona. Una corona tan pesada que solo él podía levantarla; pero el día en que alguien más logre ponérsela, ese día, dicen, el gobierno de México va a cambiar...así que alguien se apure para ser sobrehumano como Condoy, se ponga la corona y todo para que todo esto mejore, jajaja.

Es una leyenda que a mí me gusta mucho. Imagínense, sin ser DC o Marvel habla de alguien con fuerza sobrehumana, nacido en circunstancias misteriosas, y con una vida sumamente singular. Sin duda, una leyenda adelantada a su tiempo.

Que la Gorda los acompañe...