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viernes, 27 de marzo de 2009

De cómo somos expertos en darle en la torre a lo que tenemos...


Ray Bradbury, en 1950 recopiló sus cuentos de ciencia ficción en un solo volumen: Las Crónicas Marcianas, antología que recoge la crónica de una humanidad que se encuentra preparada para dar el salto al planeta rojo, y así mismo, se encuentra al filo de una guerra nuclear a escala mundial.

Y existe un gran contraste entre dos civilizaciones: los Marcianos, amantes del arte, la paz, seres con poderes psíquicos, capaces de tener a voluntad mutaciones asombrosas, y crear ilusiones tangibles, y los humanos, que no están conformes con el mundo que tienen.

Las primeras expediciones humanas fallan, primero por cierta confusión de los marcianos, y después porque estos se dan cuenta que los humanos son una amenaza para su modo de vida. Aunque finalmente sucumben, impreparados para las enfermedades terrestres.

Los humanos acaban con los marcianos...sin siquiera soltar un tiro. Y la historia continúa, cuando, lejos de apreciar el legado de la civilización diezmada por la humanidad, esta quiere convertir a Marte en una mini-Tierra.

Cual conquistadores, aun sabiendo los nombres originales de regiones, montañas, ríos, etc, la tradición de que el vencedor imponga sus propios nombres. Y se hacen dos Tierras, la que está al borde de la guerra y la que está naciendo apenas. Sin mencionar el contexto, el cual se amplía en la subsecuente novela, Fahrenheit 451.

La lectura puede causar que uno se haga algunas preguntas como: ¿Qué pasaría si tuviera un planeta para mí solo, sin tener qué pagar nada por lo que consumo? Lo que hacemos aquí, ¿estamos condenados a repetirlo cuando pisemos un astro extraño, si es que para esa fecha no nos hemos autodestruido? ¿Qué tan evitable o inevitable es nuestra extinción total?

Recomiendo mucho la lectura de esta antología, y por supuesto, Fahrenheit 451, donde de igual manera se explora, básicamente, la idea que un gran filósofo de botas expusiera hace unos años, que "¿para qué leer, si al leer uno se angustia y se preocupa? no lean..." Una novela que hace que nos preguntemos, ¿Qué pasaría si la sociedad fuese dominada y manipulada por los medios como la televisión, y organismos oficiales del gobierno, y quienes conserven y sepan aplicar la cultura sean perseguidos o vistos como enemigos? Afortunadamente esto no sucede...en ninguna parte del mundo...

1 comentario:

Lentejuela dijo...

Hola!
La inconformidad es parte del ser humano, hacemos y deshacermos sin medir consecuencias. Tu blog es muy interesante. Y el titulo de esta entrada muy acertado.
Saludos!