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lunes, 30 de agosto de 2010

¡He creado un monstruo!

Quizás eso dijo quien alguna vez confeccionó algo de lo que habla este post.

El ser humano ha presentado, de manera hipócrita o abierta dependiendo de la personalidad de cada quien, su fascinación por lo extraño, lo fuera de lo común, lo grotesco, lo monstruoso. Muchos lo pedimos a gritos, como yo que quiero, en mi futura casa de ensueño, vitroblocks con fetos deformes dentro, o mi propio museo de monstruosidades genéticas. 

 Un muestrario antiguo de monstruos. De cuando se creía que las ballenas lo eran...

Y a lo largo de la historia hay quienes han escuchado esa petición, dando al cliente lo que pide, aunque muchas veces el monstruo sea fabricado. Sí, en la historia ha habido, y sigue habiendo, embaucadores que crean engendros artificiales, confeccionados desde lo más profundo del morbo de lo que el cliente desea ver. Este es el mundo de los monstruos fabricados, de las confecciones que a más de uno han dejado con la boca abierta, y que muchas veces, aun enterándose de la falsificación, no pueden creer que no sea cierto, aunque al principio creyesen lo contrario con una mirada de asombro.

Hasta que no me muestren una así, viva y coleando...y por supuesto, que tenga "por onde", no creeré en las sirenas...

Originalmente mujeres aladas con patas de aves rapaces, las sirenas cambiaron de forma en el curso de la historia, y se transformaron en bellas damiselas con cola de pez y cuerpo sumamente caldeable. No han faltado relatos de marinos, desde los conquistadores españoles que, al parecer, confundieron manatíes con sirenas, describiéndolas no tan bellas como las pintan...

Una de tantas variantes de la Sirena de Feejee

Aquí también los vendedores de sueños se pusieron listos, y exhibieron supuestas sirenas a lo largo de los siglos. Desde los shows de fenómenos donde se mostraban fetos con sirenomelia, un defecto que hace que el producto nazca con las piernas pegadas (generalmente los sirenomelicos no sobreviven mucho, salvo raras excepciones) y en este caso el origen era inventado; y por supuesto, las sirenas hechas propiamente, engendros hechos a partir del torso de un mono disecado y la cola seca de un pez, retocados con papel maché. Quien las popularizó en el siglo XX. fue el famoso funcionario de circo P.T. Barnum, y posteriormente, Robert L. Ripley, la famosa Sirena de Fiji (o Feejee) Aunque usted...no lo crea...todas estas falsificaciones compartiendo casi el mismo trasfondo: un engendro pescado en el mar, o cazado en la playa; un ser que vivió unos días u horas y que después, dada la falta de las condiciones de su medio natural, murió, y pues no quedó otra que exhibir los restos momificados. 

Su casa es una feria, su cama es un espino...¿cómo serán los sueños del Niño Cocodrilo?

Otros mitos son más exagerados. Es el caso de Jake, el Niño Cocodrilo, espécimen híbrido cuyos restos más secos que una pasa son exhibidos en el museo Marsh en Long Beach, Washington. No se conoce su origen exacto, o quien lo confeccionó, porque la familia Marsh lo compró en 1967. La leyenda dice que fue capturado en un pantano de Florida, escapó, mató a un hombre y después dio a luz (?). Y como siempre, lo mataron y solo se pueden exhibir sus restos momificados. 

Es un icono en esa parte de los Estados Unidos, e incluso trascendió a otros países. El grupo español ochentero Pabellón Psiquiátrico le dedicó una canción llamada Los Sueños del niño cocodrilo. Y se dice que no es el único monstruo hecho de su tipo que existe.

Hay unas que cantan...¡No es broma!

La trucha peluda es otro ejemplo. Quizás surgió de algo real, no quiero decir que haya peces con pelo, pero en la naturaleza, a veces los peces enferman de algo llamado Saprolegnia, que hace que crezcan excrecencias como algodonosas en el cuerpo. Lo he visto en mis peces en el pasado, es una enfermedad que si no se trata, cubre a todo el pez de "algodón" y lo mata. Quizás alguna persona vio a un pez así ya muerto flotando en un río, y pensó, ingenuamente, que en realidad tenía pelo o pelusa. Y alguien más listo lo vio también y decidió que sería buena idea disecar un pez y cubrirlo en pelo real. Peces peludos abundan en algunas regiones de Estados Unidos y son vendidos como curiosidades.

 Creo que le decían Bozo

Esto puede ser tan solo un conjunto de curiosidades de obvia falsedad que no pasan de simples objetos de feria. Pero cuando se pasan de la raya, pueden llegar a conmocionar incluso a la comunidad científica. Es el caso del Homo Pongoides, o el Hombre de hielo de Minnesota. Exhibido en un bloque de hielo en los sesentas, su dueño Frank Hansen llegó a decir cosas contradictorias respecto al "animal". Unas veces que lo encontró en un bloque de hielo a la deriva; otras, que él mismo lo había matado, otras, que podía ser un ejemplar cazado en Vietnam, ya que uno de sus ojos estaba fuera de su órbita, como si una bala hubiese entrado por detrás de la cabeza. Supuestamente, el Instituto Smithsoniano estuvo brevemente interesado en el especimen. Fue cuando, de repente, desapareció y fue sustituido por una obvia copia del original. Finalmente, el mismo Hansen diría que él nunca supo si el Hombre de Hielo era genuino.

 Un monstruo que parece mirarnos...

...nuestra mente puede estilizarlo...

...pero lo podemos ver vivito en algunas peceras. Tanto susto por su pancita...

Pero no hay qué ir tan lejos para ver monstruos hechos. Podemos, en el caso de la Ciudad de México, darnos una vuelta por el Mercado de Sonora, en la sección de las brujerías. Encontraremos de todo, desde el spray Quita Calzón (quisiera creer que funciona, jajajaja) hasta unas cosas horribles colgando. Si preguntamos, probablemente nos digan que son Peces Diablo disecados. Una especie de engendro flaco, con unas patitas delgadas y unas como alas de dragón que salen de su "espalda", con ojos muertos y una expresión burlona en su "boca".

Los peces diablo tienen un origen también algo antiguo. Aproximadamente desde el siglo XVI, si no es que más antes, existían los Jenny Haniver. En los muelles de Amberes, los marineros locales conseguían especímenes de rayas pequeñas, las cuales mataban, dejaban secar al sol, daban cierta forma y barnizaban, vendiéndolas después a otros marineros itinerantes o a los turistas. Supuestas crías de dragón, sirenas, peces diablo...se dieron cuenta que la parte inferior de las rayas tienen formas curiosas que asemejan una cara un tanto extraña...si no, cuando vayan a algun acuario, fíjense en las rayas, sobre todo si se pegan al cristal.

Los monstruos creados han tenido un impacto tan grande como el de los reales. Algunas veces, lamentablemente, han convertido en meros rumores lo que podría ser evidencia de seres aún no descubiertos, la llamada criptozoología, de la que hablaré quizás más adelante. Siguen haciendo sus apariciones en ferias baratas, incluso en las ferias itinerantes en México, de hecho, hace un par de años fui con un cuate y el tour remató en la "mujer cocodrilo", un hoax más chafa que nada, una vitrina de mago con un cuerpo de cocodrilo de plástico y una chava asomando su cabeza por el cuello del reptil inerte. Bueno, para los $10 pesos, no esperaba algo mejor...

Si los falsos impactan...qué decir de los verdaderos (He aqui el cuarto de mis sueños):



(La rolita es de la peli Troll, una de fantasía de los ochentas, de bajo presupuesto donde aparece Harry Potter...antes de que lo inventase J.K. Rowling...¡No es broma!)

Que la Fuerza los acompañe...

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