A veces quisiera meterme en su cabeza, y arreglar ese mundo interno que aun no entiendo. Mundo que a veces siento incompatible con el mío. Mundo en realidad complementario.
Sentirme suficiente, y seguro de que todo lo puedo para que no le falte nada. Con el poder de acomodar esos engramas de memorias que contienen oscuras tormentas y transformarlos en melodías que el viento lleva a través de bosques encantados y de míticos entornos élficos.
Aun me hago preguntas. Cuando la vida se altera de esta forma, ¿Quiere decir que ha llegado? ¿Que es quien creo que es? ¿Que es la oportunidad de crecer, de tomar el vuelo y llevármela conmigo?
Lo que sé es que no sé. Y con esta confusión socrática, no sé cómo describir esto. ¿Qué es eso que llaman amor? ¿Acaso no era solo miel y flores? Por supuesto que no.
Lo seguro es que no puedo tener el control del pensamiento como yo quisiera. Lo que fluye, lo hace, y punto. Un respiro. Una bocanada de hálito amoroso proveniente de su ser...no quiero que deje de fluir...
Eje rector de uno de los aspectos de mi vida. Eso es ella. Hoy me doy cuenta...
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