La mayoría de nosotros, supongo, hemos pasado por situaciones que nos han hecho pensar en el amor de diferente manera a lo largo de nuestra vida. Y quiero hacer la aclaración que hablo sobre la atracción hacia otra persona, el amor de pareja, vaya.
Y esto porque por supuesto, existen diferentes tipos de amor, creo yo: hacia los padres, hijos, hermanos, amigos, mascotas, creencias, entre otros. Amores que quizás no nos cuesta tanto trabajo expresar, que si bien son complejos, tal parece que no nos topamos tanto con ciertas barreras como en el amor de pareja. Con los amigos el afecto y el sentimiento de pertenencia es más relajado, más...sin compromiso pero no por ello sin sentir que ellos son parte de la vida de uno. El amor por la familia pues por lo que se nos inculca, los lazos en la sangre, qué sé yo. Esto a veces se ve afectado por cuestiones como si la familia es disfuncional, si quizás no nos juntamos con los "amigos" más adecuados, en fin.
Sin embargo, lo que siempre se me ha hecho más escabroso y complejo y de alguna manera, difícil, es el amor de pareja. Siempre es más sencillo acercarse a una persona que te cae bien, con quien solo vas a pasar el rato a conversar, jugar, qué se yo, que acercarte a alguien que de alguna manera mueve un instinto que todos (o casi todos) poseemos, que es el de aparejarse, el de tener una pareja (sentimental, sexual, compañer@, etc., todos estos aspectos suelen entrar cuando deseamos estar con alguien).
Siempre me he preguntado, ¿Por qué es más difícil acercarse a alguien que te gusta como para ser pareja? Y me respondo a veces, con "no se", y a veces, con que quizás en nuestra naturaleza humana, de primates domesticados, tenemos esa información grabada del ritual de la atracción, el querer sentirnos seguros de que aquella persona va a correspondernos. El miedo a que no lo haga a veces puede más que las ganas que sentimos por hacerle saber a esa persona nuestros sentimientos.
La inseguridad veo que es un factor en la mayoría de las personas, yo incluido. Y casi siempre suele ser por no considerarse quizás lo más adecuado para quien queremos tener como pareja. Y esto puede venir, creo, de ciertos estereotipos que hemos visto que nos bombardean por todos lados, que para gustarle o agradarle a alguien como pareja, se necesita tener cierto físico, ciertos logros, cierta actitud. Y esto muchas veces no va con la imagen que tenemos de nosotros mismos. Nos comparamos con quienes creemos tienen mejores características que nosotros, que son más guap@s, triunfador@s, tienen más cosas, recursos, dinero, qué se yo. Sentimos que esas personas con solo plantarse frente a quien les gusta, ya hacen que se derrita y que el proceso de aparejamiento esté asegurado.
¿Qué pasa cuando nosotros sentimos que no logramos que alguien se derrita por nosotros si nos acercamos a esa persona? Creemos que algo anda mal con nosotros mismos y muchas veces no lo podemos detectar. Sentimos que hay aves rapaces por todos lados, porque nos comienza a gustar alguien, y de repente, de quien sabe donde, surgen personas que parecen tener mejor suerte con quien nos gusta y que se acercan de una manera más confiada, más segura, algo que nosotros no podemos.
Y cuando no podemos hacerlo...recurrimos a quienes creemos nos pueden dar consejos sobre cómo actuar al respecto, o qué hacer. Y lo malo de los consejos que se nos dan, siento yo, es que tienen las mismas probabilidades de resultar o no resultar. Quizás porque todas las personas somos distintas y lo que a uno le funciona a otro no. O tal vez porque ya son como las frases pregrabadas por la sociedad en nuestro subconsciente, como el "echale ganas", "ya llegará alguien". Cosas que se dicen fácil pero que realmente no vemos que se hagan realidad en nosotros.
Me pregunto, entonces, ¿qué viene siendo el amor, si muchas personas en vez de disfrutarlo, lo sufren? (De nuevo, me refiero al amor de pareja) ¿Una maldición?
Tal vez sea una virtud para quienes lo viven. Un instinto para quienes lo estudian. Una costumbre para quienes han caído en la monotonía. Y una maldición para, quienes (yo incluido) quizás no nos hemos sabido desenvolver en ese terreno.
Muchas veces se nos sugiere que quizás tiene qué ver con la elección de la pareja. Pero, echo una pregunta al aire, para que, si desean comentar: ¿Todos pueden realmente ELEGIR a su pareja?¿O solo aquellos que son metrosexuales y sex symbols pueden decir "este" o "esta" y estar seguros de su éxito al momento de decidir quien?
Lo digo porque, si fuese cierto...sería como estar en una tienda, eligiendo algo qué comprar. Un objeto que puedes decir "me llevo este y los demás los dejo". O "me llevo todos estos". Pero las personas, al no ser objetos, pues no se puede hacer eso. Entonces creo que ese término de "elegir" pareja debería ser redefinido ya que la mayoría de las veces no estamos seguros si vamos a tener éxito con cierta persona. Quizás "elegimos" de quien enamorarnos, pero no quien será nuestra pareja. Así como tampoco elegimos a nuestra familia sanguínea. Entonces ese término está erróneo. Es como la lotería, más bien. Y eso para quienes no tenemos los atributos que hacen que una persona que apenas nos conoce nos diga "sí" ante una proposición amorosa.
Y ante este tipo de personas, ¿cómo podemos competir contra ellos? es decir, si alguien me gusta, y de repente llega un metrosexual con las mismas intenciones, y me opaca completamente...¿Con simpatía, con ingenio? A veces he visto que no es suficiente.
Por eso es que repito la temática de esta entrada. El amor de pareja puede tener distintos significados, dependiendo de lo que se viva o se haya vivido. ¿Qué actitud se debe tomar para tener éxito absoluto? ¿Para no fallar y que los sentimientos no caigan en saco roto?¿Funcionan los consejos que nos dan nuestros amigos, que pueden ser bien intencionados pero que a nosotros no nos funcionan? ¿Funciona realmente el lenguaje sutil que utilizamos, para según dar a entender indirectamente a una persona, que nos gusta? ¿O debemos comenzar a ser totalmente abiertos y sinceros, al fin que lo más probable es que fallemos, y mejor que de una vez nos den el tiro y así ahorrarnos algo de tiempo? ¿Y por qué el cariño, el amor, o afecto o como le quieran llamar, hacia amigos, familiares y otras relaciones sociales es más sencillo en cierto modo, más gratuito y desinteresado?
Quienes seguimos buscando respuestas, parece que estas nos evaden, puesto que nadie sabe explicárnoslo de una manera clara y entendible, cómo funciona esto.
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