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viernes, 30 de julio de 2010

Joseph Beuys

Retomando algo que se ha comentado en el chat, quizás hasta aquí llegue lo del Bismarck (el grande) porque el chico aún está esperándome pacientemente. Eso claro, siempre que esta semana que comienza a partir de pasado mañana domingo (financieramente hablando) vea llegar las dos entregas con las que voy atrasado. A lo mejor es por la ofuscación de estar rodeado de mujeres que son las que en su mayoría componen mi familia. Y todavía cierta personita quiere que me guste Sex and the City, cuando no necesito ver la serie puesto que ya con escuchar las pláticas sobre hombres, zapatos y ropa de estas viejas cotorras, no necesito ni siquiera prender la tele. (Además, ¿qué mérito tiene una serie que supuestamente fue creada para mujeres...pero no fue creada POR mujeres? Es como la ropa de diseñador. para mujer. Ni siquiera procede de un cerebro femenino como debería, sino de un cerebro masculino gay, asi como la idea de las ultraflacas). Debería haber sido creada por mujeres para mostrar verdaderamente un enfoque femenino y mostrar la inventiva que tienen como escritoras, guionistas y demás, así quizás las protagonistas no se comportarian como hombres gays, sino realmente como mujeres sin recurrir a los estereotipos banales y materialistas que presenta la serie.

Bueno, después de esa "cacarsis" y desahogo, al tema que dice el título. Hoy día un Kazon nos dio una capacitación en el museo sobre el hombre que se llama igual que este post.

Un Kazon.

Soy de la firme idea, a pesar de recibir información constante sobre arte, que este no es algo necesario para los seres humanos. Sí es un indicador de la (supuesta) estabilidad de una nación o cultura donde los satisfactores básicos están garantizados, es decir, comida, salud, educación básica, cosas así, como para pensar en asuntos de índole artístico, o incluso científico. 

Supongamos que todo lo básico en una sociedad está satisfecho. Que la mayoría ya tiene resuelto lo material. ¿Hasta ahí llegó?. Ya teniendo todo resuelto, siento que una sociedad tiene algunos caminos a seguir: uno, el que crean que lo tienen todo resuelto y se alimenten con lo que dan en la tele, en cuestión de programas, noticias, y cosas por el estilo. Volverse una sociedad pasiva como en 1984 o Un Mundo Feliz o Fahrenheit 451 o como en el mundo del Capitán Harlock del que hablaré más adelante. Este tipo de sociedad le da poder al poder.

Beuys y su inseparable sombrero. Una metáfora de un nuevo tipo de pescador de hombres.

Otra vía que se me ocurre es la que proponían gente como Carl Sagan, Gene Roddenberry y por supuesto Joseph Beuys. Es decir, el abrir a la gente común y corriente, por medio de divulgación clara y sencilla, conocimientos que el grueso de la población ha considerado arcanos, accesibles sólo para los eruditos (o eructitos, como diría Homero) para comenzar a cultivar sensibilidades más allá de lo que se ha alcanzado. Uno de esos saberes "selectos" sería el arte. Y aquí es donde entra Joseph Beuys. 

El arte pone en contacto al ser humano con una vasta sensibilidad hacia lo sutil y lo etéreo a veces. Joseph Beuys nació en Alemania, y durante su adolescencia vio ascender al poder al carnal de Chaplin, Hitler; Beuys quería ser médico, pero esto se vio interrumpido por el estallido de la II Guerra Mundial cuando ingresó al ejército Nazi, volviéndose al final piloto en la Luftwaffe. 

Cuenta Beuys, aunque según las SS no vieron nada de ello, que su avión fue derribado en Crimea. Su compañero de avión murió en el impacto, pero Joseph sobrevivió. Contaba que los tártaros lo rescataron y lo envolvieron en grasa y fieltro para que sus huesos rotos no se movieran y se fueran recuperando. Tiene recuerdos vagos de haber sido tratado como parte de la tribu, y en una de esas, haber despertado en un hospital alemán.

El fieltro, material decisivo en la obra de Beuys.

Al terminar la guerra, Beuys fue ingresado a un campo para prisioneros de guerra, del que salió tiempo después, comenzando a estudiar artes. Comenzó su carrera dando clases, hasta que, gracias a un performance que detonó un evento violento, comenzó a mostrarse como lo haría hasta el final de su vida.

Su obra se compone en su mayoría por enseñanzas, no por piezas físicas. Es al Arte Contemporáneo lo que Picasso fue al Arte Moderno. Tenía la idea de que cualquier persona en el mundo, cualquiera, puede ser un artista. No se refería tanto a que cualquiera puede pintar, o esculpir, o componer algo. Si el arte solo fuera eso, ya desde hace mucho se habría acabado. Beuys se refería incluso a reflexionar en el arte sobre los actos cotidianos. Desde el barrer, rasurarse, bañarse, considerarlo como un acto valioso, un acto trascendente a nivel personal. Conectarlo con rituales perdidos en la noche de los tiempos, que es de donde surgieron muchos de los hábitos sin importancia que actualmente tenemos, como un saludo, escuchar música, escribir, etc.

En un mundo material como el actual, donde el silicio y el plástico valen más ahora que la tierra o el sol o la lluvia, hemos perdido nuestra conexión con el lado natural. Dejamos de respetarlo, y por lo tanto, respetamos aún menos a nuestros semejantes. Si no valoramos nuestros actos diarios y procuramos hacer arte en cada uno, no tendremos cuidado de que sean actos que generen belleza. Al no valorar lo que hacemos, sea la actividad que sea (siempre que no dañe a otros, claro) menos vamos a valorar lo que otros hacen. Es por eso que surgen las ideologías. Como decía Beuys, el día que respetemos lo que nosotros mismos hacemos, respetaremos lo que los demás hacen y se acabarán las ideologías. ¿Demasiado utópico? Quizás. Pero no suena mal.

"I like America, and America likes me". Obra performática donde pone de manifiesto que América no tiene por qué significar gringolandia...si nos vamos a las raíces primigenias, a lo totémico, a lo chamánico. Y sobre todo, el respeto a la naturaleza con el cuidado de los animales nativos.

La conexión totémica, o de nahual como diríamos acá en Mexicalpan es constante en la obra de Beuys. Habla no sólo de ponernos en contacto con nuestro lado animal y honesto, que, como esos seres, se portan tal y como son, viven totalmente el presente, no se preocupan por el qué dirán y viven en simbiosis con sus contrapartes en el ecosistema. También del respeto a lo que nos rodea que no hemos creado nosotros, y que de seguirle dando en la torre, el planeta nos va a escupir como a un virus o nos va a sacar tal y como un perro se quita las pulgas.

 Esta pieza de Beuys resume una metáfora: Lo tecnoorgánico, la unión armónica entre técnica y naturaleza.

Volviendo a un punto anterior. Imaginemos cuando la educación que ahora consideramos básica: la lectoescritura, matemáticas y ciencias a un nivel básico, eran accesibles sólo a una elite. Cuando lo mismo era para la salud, y la tasa de morbilidad y mortalidad era bastante alta. Claro que...lo sigue siendo en algunas partes del mundo que aun jodidos se atreven a llevar el circo del Mundial. Pero tomando en cuenta los lugares donde la educacion basica y la salud a un nivel primario se generalizaron...la calidad de vida aumentó bastante. Ahora imaginemos que de forma global tenemos resuelto el rollo de educación, salud, trabajo, hay quienes en grupos pequeños generan arte y otros ciencia. Si el grueso de la población ya está bien, ¿debe conformarse con estar así y tirarse a la milonga viendo la tele y recibiendo todo gratis  del gobierno como en Capitán Harlock? ¿Qué pasa si el interés general se vuelca de repente a saber sobre lo que hacen los artistas y científicos? La sensibilización respecto a esos temas sería global. En el caso del arte, muchos actos, hasta los más sublimes, se verían con una sensibilidad tremenda puesto que las comodidades nos permitirían ponernos en contacto con nuestro lado sutil, femenino, si lo prefieren. Al explorar más estos mundos, cada quien se conocería así mismo y por lo tanto al prójimo. El respeto sería más generalizado. La apreciación superaría a la exclusión. La búsqueda de valores y conocimientos más profundos sería la norma casi.

Maestrazo...Ojalá que tu idea de un mundo homogéneo e interesado por crecer se realice...si es que no nos autodestruimos primero.

En fin, esto se ha convertido en un ladrillo. Pero de eso se trata. Quizás uno en un muro que pueda existir en un futuro...si nos dejan...y quizás el sueño de Beuys de una sensibilidad general sea posible, y el de Sagan de gente viendo la tele...pero no una novela, sino siguiendo apasionadamente quizás el primer descenso tripulado a Marte.

Si un hombre que fue piloto de la Luftwaffe, entrenado para matar, se sensibilizó a un punto impresionante...¿por qué no toda la humanidad?

Que la Fuerza los acompañe...

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