Pa no perder la tradición, un chiste que tenga qué ver con estos días de recogimiento (a mí me encantaría que fuesen de re-cogimiento pero pss no tengo con quién...snif snif...).
Una vez, Jesús iba caminando por el cielo, tranquilo, pensando en cómo sería el futuro de la humanidad, cuando en eso, entre un grupo de almas que nunca antes había visto, observó a un ancianito que le recordó a alguien, un anciano de aspecto venerable.
Se le acercó, y le dijo -"Oiga buen hombre...su rostro me es familiar, quizás de allá abajo, de la Tierra...¿podría decirme más sobre usted?"-
A lo que el viejito le contestó, -"Sí, claro; yo en la Tierra fui carpintero...aaah qué tiempos aquellos. Sin esperarlo, y como por arte de magia, más bien, como milagro, tuve a un hijo al que la vida le fue dada del cielo, un hijo adoptivo más bien. Más tarde, llegó a ser muy famoso, tanto que hay muy pocas personas en el mundo que no lo conocen"-.
A Jesús se le llenaron los ojos de lágrimas, y sin dudarlo un instante, lo abrazó: -"¡Padreee!"-, le dijo.
A lo que el viejito, también muy emocionado, le respondió: -"¡Pinochoooo!"-
Que la Gorda los acompañe...
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