A veces soy demasiado aplatanado para buscar cosas fuera de lo común. Pero a veces me da por buscar cosas relacionadas con lo desconocido, o lo increíble, o lo enigmático.
Uno de mis gustos al respecto de esto es la manera en que el ser humano, al menos de forma aparente, ha tratado de burlar a la muerte, o mantener un aspecto "vital" aun estando muerto. Para hablar claro, las momias, pues, y los métodos de embalsamamiento que se han utilizado a lo largo de la historia.
Ejemplos de esto son las momias egipcias, cuyas antigüedades oscilan entre los 3000 y 5000 años; para el tiempo que tienen así, están, si cabe decirlo, muy bien conservadas. Otros ejemplos son las momias naturales, como las de Guanajuato, que ni requirieron siquiera que alguien las embalsamara, pues las propiedades del suelo y varios otros elementos fortuitos contribuyeron a su conservación.
La conservación en ninguno de los casos anteriores es fiel a un estado vital, pues se nota la muerte en sus rostros y miembros. El acartonamiento es la constante que se observa en casi todos los ejemplos de momias, pues aquí el chiste es el factor deshidratación de los tejidos para no dejar medio de cultivo de bacterias y otros organismos que se alimentan de detritus. Pero, ¿y qué tal si hablásemos de una momia "húmeda"? ¿Una más vital como "La Momia, la amiga de los niños"? (Saludos a Argentina).
En esta época tal pareciera que en cierto país del mundo nos la están matando en muchas cosas, trabajan como loquitos, hasta puntos fatales y pagando salarios de miseria, pero ese país se está volviendo una supermegapotencia capitalista a pesar de que son comunistas declarados: Sí, los chinitos takataka, que sorprenden con cada ocurrencia que tienen, aunque claro, todo tiene sus pros y contras. Y en el aspecto de momias...sí, también.
No, no voy a hablar de recientes desarrollos referentes al embalsamamiento en China. Sino de algo que tiene siglos de haberse realizado, cuando en el celeste imperio aún se practicaba la alquimia y se buscaba la vida eterna por medio de cosas que hoy nos resultarían tontas o absurdas. Pero en el caso de engañar al menos a la corrupción natural de los cuerpos, ahí parece que tuvieron algunos aciertos.
Corría el año de 1972 y el gobierno chino se encontraba excavando para la construcción de un refugio antibombas, cuando de repente se encontraron con un sepulcro de lo más sui géneris.
Se encontró un rico ajuar funerario compuesto por vino, sedas finas, cajitas con cosméticos, ofrendas de alimentos y muchas otras cosas más. Tres tumbas guardaban a sus tres ocupantes. 3 cuerpos muy bien embalsamados, pero solo uno de ellos en un estado de conservación tal, que aun hoy sigue dejando estupefactos a quienes lo estudian: la momia de Lady Dai.
La marquesa de Tai había sido una mujer rodeada de lujos durante toda su vida. Vivió en una época en China donde la alquimia era algo estudiado para descubrir los secretos de la vida eterna o por lo menos la longevidad. Probaron de todo: metales, químicos peligrosísimos, entre otras cosas. Esto incluía barbaridades que hoy en día se pensaría que algún idiota pudo haberlas ideado, pero en aquel entonces eran bastante válidas, como beber pequeñas dósis de arsénico.
Lady Dai murió cuando recién entraba en su quinta década de vida. A pesar de los pródigos cuidados de sus súbditos desde la perspectiva alquímica, habían descuidado aspectos que hoy nos parecen elementales para una vida larga y saludable: una dieta balanceada para evitar sobrepeso, bajas grasas y ejercicio constante. Sí, era una época donde se creía que mediante fórmulas mágicas la salud se daría por sí sola sin necesidad de hacer esfuerzo alguno, cual infomercial.
La marquesa tenía sobrepeso, lo que influyó en el degaste de su columna vertebral, de lo cual padecía. Tenía lastimado un brazo, y en su tracto digestivo, miles de parásitos, incluso tenias. Todo esto se combinó para darle un corazón enfermo, causa de su muerte. Su última comida: melón.
¿Cómo se sabe esto? ¿Es que acaso sus cuidadores registraron todo ello en pergamino, tela o lo que fuera? No. Bueno, una parte sí, en su ajuar funerario se encontró una pintura donde aparece ella encorvada y caminando con bastón, y en su ofrenda funeraria hay capullos de magnolia, supuestamente efectivos en las enfermedades cardíacas.
Lo demás fue descubierto al realizarle una autopsia. Lo que no lograron en vida los alquimistas, darle salud a Lady Dai, quizás lo compensaron...creo...al lograr que su cuerpo se conservase si bien no incorrupto, por lo menos mucho mejor que cualquier otra momia en el mundo con una antiguedad similar. La piel no era acartonada como el de las momias egipcias, mexicanas o inuit, sino flexible, aguada, tanto que los científicos fueron capaces de doblar sus miembros; se intentó sacarle una muestra de algo que pudiera ser un rastro seco de sangre y...oh sorpresa...tenía algo de sangre líquida tipo A aún en sus aguadas venas. Fue cuando se le hizo la autopsia y se descubrieron semillas de melón en su estómago, junto con los restos de los miles de parásitos que también la aquejaban. Quién iba a pensar que alguien de la realeza era tan puerca...
Aun no hay una explicación al 100% sobre la razón de la conservación tan especial del cadáver, pero pudo haber respondido a que no era un solo ataúd, sino 4, anidados uno dentro del otro; encima de estos ataúdes anidados se colocó una capa de carbón vegetal bastante gruesa, unas cuantas toneladas. Todo esto pudo haber hecho una combinación aislante ideal. Y eso no es todo; en la piel del cadáver se encontraron rastros de un líquido en el cual fue sumergido, quizás el agente que lo ha conservado así por tanto tiempo. Su composición real se desconoce, pero se sabe que tenía mercurio, mortal, sí, pero por lo mismo, antiséptico. Es así pues, como quizás se pudo conservar si bien no fiel a un estado vital, pero sí luce como muerta de unas semanas...y tiene más de 2000 años:
Así la encontraron...con un sudario sumamente extraño...
Y así luce ahora...como cualquier muerto con unas cuantas semanas de haber colgado los tenis...
Y como si eso fuera todo; la momia se encontraba envuelta en un sudario, no de tela, no de seda...la textura y composición del material, por cierto muy liviano, hacía pensar en plástico...sí, plástico, naylon, más específicamente. ¿Naylon hace 20 siglos? ¿Por qué no? Quizás los alquimistas pudieron haber sido unos brutos en cuanto a cuidados básicos de la salud y sentido común, pero no dudo que hayan encontrado un excelente medio de conservación de los cadáveres, y quizás, quizás, un compuesto aunque sea parecido al plástico, derivado de sus experimentos alquímicos...
Que la momia llena de lombrices los acompañe...
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