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viernes, 11 de marzo de 2016

¡Dominique-nique-nique! la triste historia detrás de la autora de la canción.

Esta canción, a pesar del tiempo que tiene desde que fue creada, me imagino que hay pocas personas que no la conocen puesto que se ha utilizado en...bueno, basta decir con que hasta en Los Simpsons ha aparecido, y en Los Simpsons está prácticamente todo lo habido y por haber:


Pero a pesar del tonito alegrón y de todo aquello con lo que podría asociarse la canción, hay algo que no encaja en un mundo color de rosa, y en este caso, es la autora de dicha canción.

Jeanne Deckers, nacida en 1933 en una localidad de Bélgica, fue educada desde muy temprana edad en una escuela católica. Además, fue niña exploradora, y en uno de los eventos scout fue cuando compró su primera guitarra. Desde pequeña mostró interés por convertirse en monja, aunque se preparó y trabajó como maestra durante algún tiempo.

En 1959 entró a la orden de las Dominicas, y dentro del convento escribió y compuso canciones originales, que gustaban tanto a sus compañeras y a las superioras, que la animaron a seguir con esa labor para que incluso los visitantes pudieran escucharla y quizás comprar grabaciones y discos. Una de esas canciones fue la que se hizo famosa: Dominique, que se volvió un exitazo en 1962, y Deckers apareció incluso en el programa de Ed Sullivan (como aparecer en Siempre en Domingo, pero a nivel internacional y con una alta dósis de fama y publicidad).

Con toda la fama que acarreó, se le conoció como "Sor Sonrisa", pero la fama no la hizo feliz. La imagen pública que los medios daban de ella era la de una monja siempre alegre, amorosa, pero esto le pesaba pues casi que no tenía permiso de sentirse triste. Incluso la madre superiora le censuraba canciones que contenían cosas tristes, y la "alentaba" a que todas sus letras estuvieran llenas de júbilo, alabanzas al señor, y cosas rosas y melosas.

En 1963 su vida dio un giro: la enviaron a estudiar teología a la Universidad de Louvain, en donde se reencontró con una amiga de la adolescencia: Annie Pelcher, con quien comenzó a formar una relación muy cercana.



En 1965, tras su fama, se hizo una película llamada "La Monja Cantante", que fue estelarizada por Debbie Reynolds. La respuesta de Deckers fue de total rechazo, pues la película tiene demasiados elementos de ficción.

A pesar de toda la fama y el dinero que se recaudó con "Dominique", Deckers no se hizo rica. Gran parte de las ganancias se las quedó Philips, la disquera que grabó el sencillo, y por supuesto, el convento. No queda claro el por qué, pero "Sor Sonrisa" dejó la orden; algunos dicen que fue por su propia voluntad, pero ella alguna vez dio a entender que no dejó el convento por su propia voluntad. El caso es que había desacuerdos entre ella y la iglesia católica, y aun cuando dejó el convento, se siguió considerando a sí misma una monja, y seguía un estilo de vida muy parecido al que tenía en el convento.

Una vez fuera, quiso retomar su carrera musical...pero no la dejaron usar su nombre de "Sor Sonrisa" o "La Monja cantante", así que tuvo qué usar un alias que no le trajo nada de éxito: "Luc Dominique". Se abocó al trabajo social, a atender comunidades, a ser activista e incluso, sintiendo frustración ante lo que consideraba un fracaso de la iglesia en implementar medidas más liberales salidas del Concilio Vaticano II, hizo una canción en pro de la planificación familiar y la píldora anticonceptiva. Trató de seguir en el camino de la música, sin poder abrirse paso, e incluso tuvo un colapso nervioso que fue seguido por años de psicoterapia.

Con Annie (a la derecha)


Alrededor de ese tiempo, empezó a vivir con Annie, y aunque la chica, 11 años menor que ella, tenía un sentimiento muy grande por Jeanne, ésta, al principio, no le correspondió de la misma manera, pues insistía en su estilo de vida conventual, casto y sencillo, pero al parecer, 14 años después de vivir juntas (quizás fue antes pero Jeanne lo admitió hasta entonces), efectivamente se enamoró de Annie, aunque opino que desde antes era el sentimiento y que aquello de "no yo no quiero nada sexual, soy monja y blablabla" era para mantener la apariencia en un mundo que no aprobaría su relación.

A finales de los 70's el gobierno belga le reclamó impuestos no pagados derivados de su breve fama, como $63,000 dólares, y Jeanne se defendió argumentando que todo su dinero se lo quitó la disquera y la orden de las Dominicas, que a dicha orden deberían de cobrarle los impuestos. Pero la orden se negó a asumir la responsabilidad y Deckers se metió en problemas financieros terribles, y a pesar de que en 1982 trató de revivir la canción "Dominique" con una versión acompañada de un sintetizador y un "beat" más ochentero, no le sirvió de nada.



No es por mala onda, pero esta versión es terrible. Iba a decir que fue como el canto del cisne, pero más bien, es como el canto del guajolote :(

Annie también tenía sus sueños, y sus problemas. Tiempo atrás había abierto un centro para ayudar a niños autistas, y por esa época, el centro tuvo qué cerrar por falta de dinero. Los sueños de ambas estaban rotos.

Jeanne trató de vivir dando clases de religión y música, pero tampoco le sirvió de mucho. Finalmente, en 1985, escribieron una nota en la que decían que no habían abandonado su fe, y que deseaban ser enterradas juntas después de un funeral en una iglesia. Se suicidaron con una sobredosis de barbitúricos y alcohol.

Hubo un evento que casi coincidió con el suicidio de la pareja: sin que Jeanne lo supiera, la Sociedad Belga de Autores, Compositores y Editores había realizado una colecta para ayudarla, y habían recaudado poco más de 3 veces la cantidad de la deuda que, según Hacienda, tenía. Esto le habría resuelto su problema económico, pero en lo personal, si yo fuera Jeanne, y me apareciera como fantasma ante ellos, les diría, como sarcasmo: "Gracias por avisar, qué oportunos fueron."

Jeanne y Annie fueron enterradas juntas, como desearon. Y el resto de la historia...pues ya la saben, la canción se repite y se repite, pero ignorando este trasfondo triste y trágico.

¿Qué habría pasado si Jeanne hubiera vivido en un mundo más abierto, bajo una iglesia más tolerante, que evoluciona y permite el libre crecimiento de sus feligreses? (en esas circunstancias, no habría necesidad de iglesia, más bien). Un talento que se fue, una vida marcada por las circunstancias y el querer ser, sin poder serlo.

Que la Gorda los acompañe...

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