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miércoles, 2 de noviembre de 2016

El tabú de la sobrepoblación; ¿por qué no discutimos sobre el tema? 2

La siguiente entrada es una traducción de un artículo en inglés del 2009. Y aun ahora, es un tema escabroso, algo de lo que pocos se atreven a hablar. En la práctica, otras cosas, como la guerra, el hambre, la corrupción, etc, son "El Problema", pero en realidad, podrían ser síntomas de EL VERDADERO PROBLEMA.

No digo que la sobrepoblación sea EL PROBLEMA, pero sí es uno de los principales. Y este artículo refleja, en parte, mi hipótesis de la obsesión de la humanidad y de los poderes que la controlan para encontrar soluciones ilusorias a los síntomas de "El Problema", pretendiendo que podemos seguir creciendo de manera indefinida.

El artículo original lo pueden encontrar en http://www.populationelephant.com/PEtheproblemarticle.html

Los problemas con "El Problema"

El verdadero problema

Algunas cosas son tan notorias dentro de su contexto que no necesitan adjetivos o explicación. Pregúntenle a cualquier fan de Futbol Americano a qué se refieren con "El Juego", y les dirá que se trata acerca del juego final entre Cal y Stanford cuando, después de varios laterales y una carrera violenta a través de la banda de Stanford, Cal anotó el touchdown ganador justo cuando se terminaba el partido ("Googleen" "the play" y vean por ustedes mismos). De igual manera, "El Abierto" se refiere solamente al torneo abierto de Golf Británico, a pesar de que hay decenas de otros "abiertos" en cuanto a deportes se refiere.

El mundo actual está amenazado por varios graves problemas: escasez de petróleo, cambio climático, guerras por recursos, extinción de especies, por decir algunos. Pero estos son síntomas de un solo problema real. "El problema real"- del cual se derivan los otros, y uno que la humanidad deberá enfrentar algún día - es que, simplemente, hay demasiados humanos en este planeta.

Entonces, sugiero que, así como decir "El Juego" y "El Abierto", de aquí en adelante hagamos referencia a la sobrepoblación como "El Problema".

Desafortunadamente, en el mundo actual, nos conformamos con tratar de atacar solamente las consecuencias de El Problema - cambio climático, crisis energéticas, escasez de alimentos, etc. Este es el clásico error que comete el médico que solamente trata los síntomas, y no la enfermedad, de un paciente.

Así que, la pregunta del millón es: ¿Por qué no hablamos del verdadero problema?

Primero - Un análisis brutalmente honesto es necesario

La población mundial es de 6000 millones actualmente (o más bien, lo fue en 2009; ahora somos más). Cada cuatro días se añade un millón más de personas. Proyecciones razonables hablan de 9000-11,000 millones para el 2050. No es necesario saber cómo hacer un cohete espacial para entender qué implica esto para los síntomas arriba mencionados.

Las emisiones de CO2 están causando calentamiento global. Esto es un hecho. Muchos en la comunidad científica proponen que un 80% de la reducción en las emisiones de CO2 para 2050 es necesaria para evitar las consecuencias extremas del calentamiento global. Pero, ¿se puede hacer esto mientras al mismo tiempo añadimos 3000, 4000, o incluso 5000 millones de personas al mundo? 
¡Sean realistas, no se puede!

Así mismo, para el consumo de energéticos y alimentos - la adición de billones de personas significa que se incrementará dramáticamente el consumo de estos bienes. Pero son recursos finitos, y en realidad, ya estamos en niveles muy lejanos de aquello llamado "sustentable". Así que, ¿podremos seguir así?
¡Sean realistas, no se puede!

¿Acaso el uso de focos LED de bajo consumo, autos híbridos, bolsas de mandado "ecológicas" y transporte público masivo podrán compensar el gran consumo que vendrá con el incremento de la población mundial y el dramático incremento de los niveles de vida en países en desarrollo como la India o China? ¡De ninguna manera!
¡Sean realistas, no se puede!

¿Entonces por qué las sirenas no están sonando, por qué la alarma no está en rojo, por qué esto ni siquiera se discute?

De hecho, está sucediendo lo opuesto. ¡Hay quienes hablan de que existe un problema de DISMINUCIÓN de la población! Absurdo.

¿Por qué no se habla de la sobrepoblación? El Problema, parece, tiene varios problemas propios:

5 problemas fatales de El Problema

1. No hay dinero en él.

Lo "Verde" (tecnología, todo lo que tenga qué ver con ecología, lo "orgánico") es una gran industria. Miles de compañías intentan venderle a uno focos ahorradores, coches híbridos, bolsas de mandado de tela ("ecológicas"), paneles solares y una plétora de artilugios y chácharas "verdes".

Las fuentes de energía alternativa requieren inversiones masivas en cuestión de gastos, investigación y desarrollo. Algunos gobiernos se lo dan a universidades, emprendedores, etc, y crean un capital revolvente y activo.

Hay dinero naciendo de "lo verde". Y con estas grandes oportunidades financieras, vienen grandes ganancias, emprendedores bien financiados, publicidad, y creación de medios. De hecho, la explosión en los medios acerca de "lo verde, lo ecológico, lo sustentable"es una gran industria en sí misma. Todos ellos se benefician económicamente de "lo verde". Aunque, al final de cuentas, no es una solución. Si acaso, tan sólo retrasará un poco las fatales consecuencias de nuestro consumo excesivo actual.

Pero, además, ¿quién se beneficiaría económicamente al reducir la población de la Tierra? ¡Nadie! No hay dinero qué sacar de la única solución posible: MENOS GENTE.

Así que, el primer problema de El Problema es que es un paria, un mendigo y por lo tanto, no tiene amigos.

2. "No es mi problema". La visión a corto plazo.

La ONU provee las predicciones básicas de población que todo mundo cita. Es necesaria cierta arbitrariedad para crear estos modelos. Por ejemplo, el año 2050 es el punto final de dichas proyecciones tan sólo porque es un número redondo.

Casi todo artículo que hable acerca de crecimiento poblacional habla de 9000 millones de personas para el 2050 (aunque la ONU proyecta los ya mencionados 7000, 11,000, o incluso 13,000 millones). Y entonces, quien lea dichos artículos, o este en particular, dirá: "¿Y qué? Para entonces yo no estaré aquí", como si el problema fuera a aparecer mágicamente el primer segundo del año 2050.

No podría hablar del resto del mundo, pero afirmo que en los Estados Unidos, el "horizonte de eventos" para preocuparnos del futuro es corto, y se está haciendo más corto. Un gran problema que llegue en el 2050 es tan lejano que mucha gente ni siquiera piensa en él, y menos harán algo al respecto.

No solamente eso, tampoco puede reducirse El Problema a un período corto y cercano y que tenga sentido para la persona promedio. Decir que habrá dos millones más de personas en tan sólo una semana (una estadística real), también hace que la gente exclame un gran "¿Y QUÉ? Esa gente no está en mi vecindario, así que, ¿para qué me preocupo?"

Desafortunadamente, aunque el problema no se vaya a manifestar en algunas décadas, las soluciones deben comenzar ¡ahora!

Así que otro problema de El Problema es que para cuando se haga obvio para la persona promedio, será muuy tarde.

3. Los sistemas fundamentales en el mundo se oponen a la solución

En la actualidad existen 3 sistemas dominantes que definen y controlan la cultura de los seres humanos: la Democracia, el Capitalismo y la Religión. Y desafortunadamente, estos tres sistemas trabajan en contra de hablar o atacar El Problema.

La Democracia, para nuestro gran, gran beneficio, nos permite la libertad de hacer ciertas decisiones personales. Entre ellas está la de cuantos hijos podemos tener. No existe ningún gobierno democrático que siquiera considere limitar tal decisión - porque, a la primera oportunidad, la gente dejaría de votar por ellos. En concreto, es imposible imaginar una situación en la que cualquier ley o mandato que se parezca a un control poblacional pueda ser establecido dentro de una democracia.

El capitalismo necesita crecimiento. Cualquier cosa que no sea crecimiento en el consumo y demanda bajo el capitalismo es considerado como algo malo - una recesión, o peor aún, una depresión. Pero, El Problema solamente se resuelve con una población que disminuya, y con un consumo en declive (o crecimiento negativo). Sería difícil pensar en un modelo capitalista que pudiera "triunfar" bajo un decrecimiento en el consumo y demanda deliberado, sostenido y a largo plazo.

Imaginen cómo funcionaría el capitalismo si la población se redujera durante varias décadas a niveles que se aproximaran a 1000 millones de personas El exceso de bienes por sí mismo (por ejemplo, vivienda) prácticamente eliminaría la demanda y el incentivo para la constante lucha para obtener cada vez mayores ingresos El capitalismo, al menos como se le conoce actualmente, no podría 
funcionar en una situación de disminución de la población.

El objetivo principal de las religiones organizadas, como organismos vivientes, es seguir existiendo. Las religiones siempre buscan aumentar su rebaño, ya sea por conversión o por nacimiento. Y en el mundo de hoy, se han vuelto aun más competitivas entre sí para ver quien tiene más adeptos y por lo tanto, quién "dominará" el mundo.

¿Qué pasaría con la iglesia católica si cada pareja católica tuviera un solo hijo? Se encogería dramáticamente - ¡Dios no lo quiera! Por eso es que siguen con su irracional postura contra la planificación familiar.

Y todas las religiones trabajan para ofuscar El Problema proponiendo supersticiones bizarras tales como "el rapto". Todos nos iremos pronto al cielo, así que, ¿para qué preocuparse? O más simple aún: No os preocupéis, que Dios resolverá el problema.

Todas las religiones trabajan activamente, agresivamente, y con grandes recursos, para desacreditar cualquier rastro de lo que pueda ser control poblacional. Si consideramos la influencia que tienen las religiones en el mundo actual, es seguro que El Problema nunca se podrá abordar de alguna manera significativa.

Como prueba de que estos sistemas trabajan en contra de una solución, veamos el caso de China. El único acercamiento "exitoso" para el control poblacional es la política de "un niño por familia". Sin este programa, China tendría cientos de millones de más personas y quizás 1000 millones más para el 2050. Tal como están las cosas, la población de China solamente se incrementará 100 millones para el 2050, mientras que la India incrementará su población en 600 millones en el mismo marco temporal. Entonces, la política de China en cuanto a un hijo por familia, es un gran éxito, y aun así, es atacada desde todos los frentes. 

Y ahora, con el dramático crecimiento del capitalismo en China, han comenzado los ataques a la política de un hijo por familia. Los capitalistas en China están levantando suspicacias y preocupaciones acerca de si una población joven en declive puede "mantener" (entiéndase crecer en demanda de consumidores) a una población que envejece. Y crece la preocupación en cuanto a que el mercado interno chino no crece lo suficientemente rápido. Si la política de "un hijo por familia" de China se debilita o se elimina, será por la creciente presión de los nuevos capitalistas chinos pro-crecimiento.

Así que, otro problema de El Problema, es que necesita algo así como una dictadura atea-socialista para que realmente se haga ALGO.

4. El Problema no tiene voz.

Es difícil pensar que cualquier problema presentado en los saturados medios actuales no tenga varios grupos de activistas hablando a favor o en contra de él. Si son nuevos en este debate sobre la población, estoy seguro de que asumirán que un asunto tan importante como El Problema tiene muchas y poderosas voces que apoyan el control de la población, metas sostenibles relacionadas con la misma población, etc. Desafortunadamente, estarían equivocados.

De manera asombrosa, el grupo que fue creado específicamente para este propósito - ZPG (Zero Population Growth, por sus siglas en inglés, que se traduciría como Cero Crecimiento Poblacional) - su nombre identificando su posición, comenzó a alejarse de cualquier plan específico de control poblacional. Y ahora, ¡incluso ha abandonado su nombre! Ahora se llama "La conexión con la población"; un nombre feliz, que suena como a alguna rama de "Plaza Sésamo". Ahora se especializa en educar a los jóvenes.

Existen varias razones para esto, para el abandono completo del asunto por los mismos grupos que desean proteger al planeta, comenzando, de nuevo, por el dinero.

Por las razones mencionadas arriba, El Problema no tiene amigos. Y no tener amigos significa que no tiene dinero de contribuciones, membresías, etc. De hecho, cualquier entidad que haga donativos para otras causas se alejaría inmediatamente de cualquier organización que se coloque en posiciones directamente opuestas a poderosas instituciones tales como la Iglesia Católica. Así que, no importa qué tan importante sea El Problema, si no genera ningún ingreso (o cuesta dinero y miembros) no tiene ninguna utilidad para los grandes grupos ambientalistas.

Hay qué entender, los grandes grupos ambientalistas son principalmente instituciones estadounidenses, y por supuesto, toman una perspectiva "americana". El control de la población desde una perspectiva "americana" solamente (específicamente, administrar la población estadounidense) se convierte entonces en una discusión acerca de migración, o de las tasas de fertilidad de las "minorías". Como la tradición liberal "políticamente correcta" es no ofender a ninguna minoría, entonces estrategias serias de control de población no pueden ser discutidas.

Y quizás el golpe fatal para los que apoyan el control de la población ha venido del movimiento de los derechos de las mujeres. Las mujeres han hecho un progreso increíble en cuanto a equidad en este país (EUA) en tan sólo 40 años. El movimiento de los derechos de las mujeres es ahora una gran y poderosa fuerza. Y uno de los derechos fundamentales de las mujeres, es el derecho a tener sus propias decisiones reproductivas. Esto, obviamente, está directamente en contra de casi todas las soluciones de control de la población ("Un hijo por familia", de China, por ejemplo).

Incluso existe fecha y lugar cuando el movimiento feminista usurpó cualquier estrategia significativa de control de la población. En 1994, en la Conferencia Internacional de Desarrollo y Población en El cairo, el paradigma de la administración de la población se movió dramáticamente de "control poblacional" a "el empoderamiento de las mujeres". Prácticamente todos los grupos ambientalistas promueven ahora la educación y el empoderamiento femenino como la única forma aceptable de control poblacional.

Ahora, el mundo, enfrentando un horrible desastre en proceso, tiene solamente unos cuantos débiles brotes en forma de individuos con sitios web que intentan activar la alarma.

Así que, otro problema con El Problema es que nadie habla por él.

5. No hay una aproximación positiva para resolver El Problema.

Nuestra cultura exuda optimismo. Creemos que cualquier problema debe tener una solución positiva (sin sacrificios, sin sufrimiento, que sea del gusto de todos). Recientemente vi la nueva versión de la presentación del calentamiento global de Al Gore. El primer tercio de la presentación ahora enfatiza lo optimista que está el señor Gore con nuestra habilidad para resolver el problema, y lo bonita que será esa solución - un verdadero escenario de ganar-ganar - , problema resuelto, y tendremos un mundo más rico con el cual volver a empezar.

La política funciona de la misma manera. Para el político, todas las situaciones, todos los problemas tienen una maravillosa y positiva solución. Quizás el último político que remotamente sugirió que las cosas estarían peor y que permanecerían así fue Jimmy Carter, y fue duramente criticado por ser "negativo", sin mencionar derrotado por un alto margen en la siguiente elección.

Pero existe una solución, simple y obvia, para El Problema, una que se ha probado y se sabe que funciona. Una que no causa daño innecesario a nadie, y que cuesta prácticamente nada: La política de un hijo por mujer. Si se implementara actualmente, los cálculos muestran que la población mundial se reduciría a un nivel sostenible de 1000-2000 millones de personas para el año 2100. En menos de cien años el problema se resolvería sin costo, y sin daño, así de simple.

Pero la solución de un sólo hijo es considerada completamente ofensiva por casi todas las culturas de este planeta. Para la mayoría, es una opción terrible, con difíciles y aterradoras consecuencias que podrían necesitar que cambiemos nuestro modo de pensar (y por lo tanto, nuestra cultura). No se puede decir que sea una solución "bonita" o agradable, o del gusto de la gente, excepto que en 100 años la gente seguiría aquí y viviendo en un planeta más saludable.

Entonces, otro problema de El Problema es que la única solución razonable es la peor decisión posible (según la cultura).

Fin de la traducción.

Después de este ladrillo, ¿qué opino de todo esto?  Ya en otras entradas he expresado mi posición al respecto; es posible que El Problema no sea El Problema, puesto que pienso que no es el único, otro gran problema al que le achaco la situación actual es nada más y nada menos que las creencias; las creencias en general son un freno para el desarrollo y para una visión objetiva de la realidad, y otro, el gran analfabetismo científico que existe en la población en general, en donde se observan pensamientos de corte "alternativo" como la pseudociencia o incluso la anticiencia, que "todo lo científico es malo, o perverso, o la causa de todos los males" y todo lo "natural", "orgánico" o "alternativo" es bueno".

El Problema es un problema grave, pero no es el único. Pero es necesario darle una solución. En algunas cosas no estoy de acuerdo con el autor, por ejemplo, que la política de "un hijo por familia", haya solucionado grandes problemas en China; ayuda mucho, por supuesto, a que al menos no exista una desigualdad o pobreza tan extrema como en otras partes del mundo, así mismo, a evitar que la población china se desborde (hay qué recordar que durante un tiempo, hace décadas, los chinos se preciaban de ser un pueblo numeroso, que si todos saltaran al mismo tiempo, podrían mover el planeta entero). Sin embargo, ha coincidido que el capitalismo ha entrado de manera salvaje en China, y esto se ve reflejado en las precarias y pésimas condiciones laborales, las pagas ínfimas, e incluso la contaminación. En el caso de China, puede constatarse que el control poblacional no es una solución completa, pues las ciudades chinas más grandes son de las más contaminadas de la Tierra, así mismo, los chinos son grandes consumidores, depredadores, se podría decir, de recursos naturales...sin embargo, esto ha ido de la mano con el capitalismo que ha permeado la cultura china en los últimos años, y no es casualidad.

Sin embargo, sin ese control de natalidad las cosas serían peores, y China seguiría ostentando el estereotipo de que se reproducen como conejos, como en los tiempos de Mafalda. A la gente le hace falta una visión a largo plazo, y es por eso que no entienden que la política aplicada en China mostraría resultados sustanciales después de varias décadas de su aplicación. Tendríamos qué darle a dicha política una oportunidad de otros 30 años para ver las consecuencias positivas. No soy fanático de los chinos, de hecho son una mezcolanza de cosas contradictorias, pero algo que sí veo positivo es su control de natalidad, aunque este sea satanizado en occidente, ya saben: supuestos millones de abortos, bebés abandonados en la banqueta, y tantos "creepypastas" que la gente se inventa.

Tampoco es infalible, pues existe corrupción y omisiones a esa política: parejas que tienen más de un hijo pero lo ocultan, embarazos no deseados, pero eso ya tiene más qué ver, precisamente, con creencias de que aquello "es opresivo" o "malvado" o "fascista", o la falta de responsabilidad y diligencia de ciertas parejas para entender la situación de sobrepoblación o ser responsables con los métodos anticonceptivos o creencias tontas o mitos acerca de métodos permanentes como la vasectomía o la ligadura de trompas, o la creencia occidental de que "es mi cuerpo y puedo hacer con él lo que quiera, y yo decido"; sí, también voy a criticar eso.

Pero antes de que me tiren piedras por lo que acabo de decir, quiero dejar mi postura en claro: en un mundo en el que los recursos son finitos y estamos en una crisis con los mismos, crisis que no queremos ver, la idea de "si yo quiero tener 15 hijos, es mi problema" en realidad es una creencia nada realista que ignora la crudeza de la situación actual, además de un lujo que ahora casi nadie podría darse.

El derecho a decidir, para todas las personas, mujeres y hombres, si es que en realidad nos interesa el planeta y el bienestar de la humanidad, debería estar regulado. Apelando a la razón, al raciocinio y a la evidencia, tener o no tener hijos, además de ser una cuestión de deseo o gusto, debe estar emparejada con una visión objetiva y realista, estar consciente de poder educarlos y mantenerlos, no debe ser un canon establecido por la cultura o una presión social.

De hecho, y para los tiempos que corren, opino que el control de la población es necesario, si en verdad nos interesa la cuestión del ambiente y la gestión y conservación de las especies y los recursos, y el planeta; se tendrían qué aplicar políticas estrictas de un límite de hijos por pareja, al mismo tiempo que educación sexual en todos los niveles, y además, elegibilidad de las parejas que puedan o no tener hijos en cuanto a si son responsables y económicamente pueden con "el paquete"; sí, estoy hablando de que estoy de acuerdo con políticas en las que las parejas tengan qué pedir autorización para poder concebir, independientemente si es una pareja heterosexual u homosexual y demostrar su capacidad para criar en todos los aspectos. El tener hijos no son enchiladas, debería ser un acto consciente, responsable y bien planeado.

Estoy de acuerdo con el autor en que la gran mayoría, si no es que todos, los grupos ambientalistas, jamás tocan el tema de la sobrepoblación, sino todo lo contrario, hablan de los problemas derivados de la sobrepoblación como si fueran cuestiones aisladas y problemas para los cuales se puede hallar una solución óptima y particular, con el optimismo desbordante del que habla, y por supuesto, que los políticos arrojan en sus campañas o ya en su cargo. Y es verdad, ¿quién votaría por un político que muestra la realidad de la situación y propone soluciones tales como un uso racional de los recursos, y ciertos sacrificios, que a largo plazo pueden mejorar la situación? La creencia occidental es que las soluciones deben ser "positivas", "bonitas", "felices", sin hacer ningún tipo de sacrificio o sufrirle, por así decirlo, aspirar a, y tener, comodidades y recursos infinitos. A nadie le gusta que le digan "ya no puedes usar más de esto porque te lo vas a acabar". Todos quieren tener todo. Pero ese todo no es ilimitado.

En el pensamiento occidental no hay lugar para la austeridad, y esto puede verse en las comparaciones que se hacen con la forma de vida con ciertos países europeos, por ejemplo, en los que a pesar de existir un estándar de vida elevado, no existen los grandes centros comerciales, las cadenas de comida rápida o las toneladas de productos desechables que existen en América (hablo del continente; en Estados Unidos se encuentra la meca del consumismo y desperdicio, y esto existe en mayor o menor medida en los demás países; conforme se avanza hacia el sur, dicho fenómeno se diluye, pero se encuentra presente). Los occidentales nos espantamos de que muchos europeos no utilicen ropa brillante, no estén a la última moda o vayan a supermercados en los que solo se vende lo estrictamente necesario y sin empaques vistosos. Es por eso que la idea de la austeridad incluso en la reproducción parece repulsiva, indeseable, e incluso sacamos a colación el fascismo, la eugenesia, o películas o series de corte distópico en las que los personajes sufren por culpa de autoridades que limitan la capacidad reproductiva de la especie humana.

Quizás trabajos actuales o posteriores hablen de una tendencia en ciertos sectores sociales, la cual, de popularizarse de manera racional, podría ser parte de la solución: la tendencia de ciertos jóvenes adultos de permanecer solteros, y no tener hijos, hasta después de, digamos, los treinta y tantos, o quienes deciden (decidimos) no tenerlos nunca. En parte puede sonar chocante para las generaciones anteriores, pues para ellos tener hijos significa tener madurez, y ser responsables (aunque el tener hijos en la realidad no sea garantía de nada de eso), e insisten que dichos jóvenes "eluden, o no quieren, tener responsabilidades". Pues algunos de esos jóvenes eligieron formarse primero un entorno adecuado, y en cuanto tengan la capacidad, tener hijos, si acaso uno. ¿Se preocupan de que México pueda quedarse deshabitado? No se preocupen, los Brayans y las Brittanys están poblando el país que da gusto.

Que la Gorda los acompañe...


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